Ahora abierto

Shop
Sale
Inicio
Locales
Colectivos
+
Magazine
+
Novedades Siempre
Programas de Afinidad
Estacionamiento
Nosotros
Servicios
imagen

Es el hábito de evitar recibir estímulos que generen placer en las primeras horas de cada día o durante algunos días de la semana. Por ejemplo, mediante límites en el uso de dispositivos tecnológicos, como celulares.

--

Al levantarnos, todos los días, las personas solemos incurrir en conductas que nos generen algo de placer. Aunque sea pequeño. Lo mismo hacemos durante el día, en medio de las actividades laborales, en el transporte colectivo o al estar en una sala de espera en una consulta médica. Eso también sucede en los minutos previos a dormir, cuando ya estamos acostados y nos disponemos a cerrar los ojos.

La herramienta predilecta para darnos placer es el celular, aunque en ocasiones las personas no son conscientes de eso. Con las redes sociales y las aplicaciones interactivas se atrapa a hombres y mujeres, aunque sea por breves momentos.

La cantidad de minutos diarios que se le dedica al celular es cada vez mayor: ocio, trabajo, lectura, etc. Todo pasa por estos dispositivos. Y llamó la atención de los expertos que cada vez más personas dedican los primeros minutos de su día a tomar el celular para revisar su correo, repasar sus conversaciones en Whatsapp y mirar sus redes sociales. 

Algunos apagan sus despertadores -que suelen ser los propios teléfonos- y enseguida se sumergen en la vida digital. Acostados o sentados en la cama comienza la manipulación de los aparatos, aunque sea para leer unos pocos posteos de las redes sociales o unos pocos mensajes recibidos durante la noche. 

Muchos también pasan minutos frente a la pantalla al dar sus primeros pasos para ir al baño, durante el desayuno o antes de ducharse. 

¿Por qué ocurre esto? Por el placer que genera, aunque no se sienta de manera consciente. Pero es la realidad. El consumo de aplicaciones, mirar fotos, videos, chatear, repasar posteos, entre otras cosas, dispara los niveles de dopamina en el cuerpo humano.


Recuadro:

La dopamina es un neurotransmisor, es decir una molécula que se encarga de llevar un mensaje desde las neuronas, que la producen, hasta el resto del cuerpo. Al incrementarse los niveles en el cuerpo es que se experimenta, entre otras cosas, felicidad y bienestar. Es por eso que a la dopamina se le conoce como la “hormona de la felicidad”.


 El ayuno

El término ayuno de dopamina surgió como respuesta a esta situación. Consiste en eliminar el uso de redes sociales y chats, entre otros, en los primeros minutos del día o durante las primeras horas. Para muchas personas puede resultar difícil y hasta imposible. Pero el objetivo es evitar el uso innecesario de los teléfonos, los Smart tv y las consolas de videojuegos.  

Lo mismo ocurre con otros estímulos que generen placer y bienestar, como la ingesta de alimentos en abundancia, la comunicación con terceros y la interacción afectiva con la pareja, amigos o miembros de la familia.

La técnica fue desarrollada por el psicólogo norteamericano y profesor de la Universidad de California Cameron Sepah, y tiene la función, en la práctica, de ayudar a los pacientes a manejar comportamientos o conductas problemáticas mediante el control de los estímulos. Entre los que más preocupan son aquellos que generan los dispositivos electrónicos ya que, en promedio, los estadounidenses pasan más de 11 horas al día frente al celular, la pantalla del televisor o una computadora.

Para nombrar su idea, Sepah se basó en la obsesión de Silicon Valley, en Estados Unidos, por las dietas y los ayunos. Además, considera que estas conductas problemáticas están relacionadas con la alimentación y el consumo excesivo de tecnología.

“Quienes lo practican se abstienen de placeres diarios con la idea de ‘recuperar’ la capacidad de sentir, de nuevo, el bienestar, que les ha robado el exceso de dopamina”, declaró al diario español La Vanguardia el comunicador científico Santiago Campillo. Agregó que pretende “evitar los actos que nos producen satisfacción rápida e inmediata”, como el uso de dispositivos móviles.  

Sepah indicó que un estudio llevado a cabo en 2020 mostró que el ayuno de dopamina realizado sobre Facebook durante una semana ayudó a diversos estudiantes a recuperar 13,3 horas de su tiempo y redujo los síntomas depresivos, lo que les permitió adoptar comportamientos más saludables.


Éxito en IT

El ayuno de dopamina ha tenido éxito en el sector tecnológico. Los trabajadores de la industria informática lo han adoptado, aunque con distinto grado de cumplimiento. Por ejemplo, en Silicon Valley los funcionarios de Apple, Netflix, Meta, Google, HP, LinkedIn, Intel, Yahoo, Adobe, Ebay, entre otras, buscaron limitar el uso de los teléfonos y otros dispositivos inteligentes en los primeros minutos de cada día. También lo han aplicado para las jornadas de descanso y para aquellos días en que se toman vacaciones. 

Al estar en grandes empresas tecnológicas, se encuentran continuamente conectados a diferentes dispositivos electrónicos para realizar su trabajo. Cuando tienen tiempo libre procuran prescindir de cualquier conexión a Internet o de artefactos tecnológicos que los acerque nuevamente a sus tareas o su entorno laboral. 

Para algunas personas puede resultar abrupto incorporar esta práctica, especialmente si la manipulación del celular comienza en los primeros segundos después de despertarse. Es por eso que algunas aplicaciones de smartphones pueden configurarse para limitar el acceso a Internet durante los primeros minutos después de haberse activado el despertador. De alguna manera, en este caso, una herramienta tecnológica busca colaborar con el consumo en exceso de tecnología. 


La nación de la dopamina

La búsqueda permanente de pequeños estímulos para liberar dopamina en nuestro organismo es estudiada por científicos de varios países. La psiquiatra estadounidense Anna Lembke publicó un libro que es furor a nivel mundial y se titula “Dopamine Nation”. 

Lo que allí describe aplica para todo el planeta: da cuenta de la búsqueda permanente de conductas que generen placer, aunque sea efímero. ¿Por qué? Porque además de huir del dolor, ahora mismo hemos llegado a un punto en el que se anhelan microexperiencias satisfactorias.

Por ello cada vez más redes sociales y aplicaciones permiten ver videos breves, de unos pocos segundos, que provoquen algún tipo de impacto en la psiquis de la persona. Son cortos y a los pocos segundos se puede ver otro, también fugaz, que abre paso a la generación de un nuevo estímulo. 

Las historias de las redes sociales pueden verse en menos de un segundo y significan un cúmulo importante de información que genera reacciones de distintas proporciones en el cuerpo. En todos los casos se libera algo de dopamina. El cerebro trabaja de manera permanente y busca un nuevo estímulo una vez que finaliza el anterior. 

Para Lembke y otros investigadores, se debe tener cuidado cuando el uso de estos dispositivos conduce a conductas dependientes, y alertan que una persona puede transitar etapas de ansiedad con el uso o la abstención.

No hay una receta definitiva o una conclusión final, pero todos entienden que resultaría sano trazar limites en la dependencia respecto a la tecnología para que ocupe los espacios necesarios en el ámbito laboral y en el ocio. La gran interrogante que queda sobre la mesa es: ¿cómo establecer algún tipo de limitación cuando aún no se conoce hasta qué punto la tecnología penetrará en la vida diaria de las personas?

Por el momento, especialistas como Sepah promueven que en los momentos iniciales de cada jornada se pueda prescindir de estos artefactos que le generan al organismo experiencias de placer. 


© Copyright, 2024 Montevideo Shopping
×
Aceptar
×
Seguir comprando
Ver carrito
0 item(s) agregado tu carrito
MUTMA
Continuar
CHECKOUT
×
Se va a agregar 1 ítem a tu carrito
¿Es para un colectivo?
No
Aceptar