Reconversión laboral

Por Alejandro Rodriguez

Cambiar de rubro y capacitarse luego de años de trabajar en un mismo lugar. ¿Por qué no tener miedo a emprender o cambiar la trayectoria en el trabajo? Los desafíos de las nuevas generaciones y de los adultos que se acercan a la edad de retiro.  

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Formarse en una disciplina u oficio y desempeñarse en él durante toda la etapa laboral es algo del pasado. Ya no es la moneda corriente para jóvenes y para quienes se acercan a la etapa de retiro. La idea de pensar que una carrera es una decisión que perdura para toda la vida pierde pie conforme pasa el tiempo y en la medida que avanzan las posibilidades de recibir nuevos conocimientos que abran otros horizontes.

Los jóvenes ya no se forman con estar en compartimientos estancos hasta el retiro. Por el contrario, luego de carreras universitarias extensas muchos piensan en cambiar de rumbo y capacitarse en especialidades ajenas a su formación. Las casas terciarias de estudios amplían sus ofertas de titulaciones con capacitaciones breves o de un par de años de extensión en áreas variadas y de relativa rapidez de inserción laboral.  

También aumentaron en los últimos tiempos los cursos online en institutos técnicos y en universidades. Es más, en varios países –Uruguay incluido- se comenzó a discutir la posibilidad de crear universidades que funcionen únicamente mediante clases dictadas a distancia y a través de Internet.

Sugerencias

A quienes optan por la reconversión laboral se sugiere evitar inserciones laborales débiles, como aquellas que van hacia el sector informal o con una mayor desprotección laboral.  

A medida que avanza la tecnificación y automatización de procesos se sustituyen algunas tareas por otras. Ocupaciones que al inicio eran estrictamente manuales dieron paso al nacimiento de ramas de actividad vinculadas a la robotización y digitalización de procesos. Ello requiere capacitaciones específicas en el contralor de equipos y el desarrollo de programas informáticos de alta complejidad. 

En 2022, un informe del Foro Económico Mundial señaló que con la adopción creciente de nuevas tecnologías para el 2025 el 50% de los trabajadores va a necesitar reentrenarse en nuevas habilidades. En algunos casos, esto supondrá capacitarse en tareas totalmente ajenas a las que habitualmente enfrentan.

Sinergia

Una sinergia particular ocurre entre el Estado, las organizaciones de empleadores y sindicatos para impulsar agencias paraestatales encargadas de recapacitar a jóvenes, adultos y adultos mayores. En Uruguay existe el INEFOP, que ofrece en coordinación con casas de estudio cursos breves de inserción laboral ágil. Se ponen en marcha de acuerdo a lo que dicta la demanda del mercado laboral para garantizar que la capacitación permita la reconversión de un trabajador.

Existen otras iniciativas, como la llevada a cabo por la Cámara Nacional de Comercio y Servicios, llamada Progretec, que tiene como eje conductor la sustentabilidad ambiental. La iniciativa tiene como principal objetivo brindar mecanismos que preparen a trabajadores y empresarios del sector comercio y servicios para las transformaciones que se puedan presentar en el mundo laboral.

Por otra parte, la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información tiene su propio plan que busca captar mano de obra no calificada para un segmento de la economía de alta demanda laboral. La idea es capacitarlos. Gran parte de los nuevos puestos de trabajo se crean en la industria IT, que permite realizar tareas a distancia para empresas ubicadas dentro y fuera del territorio nacional. 

La propia gremial empresarial publica en su portal web historias de hombres y mujeres que se reconvirtieron al sector tecnológico y que lograron el éxito en sus posiciones. Subraya, además, que el área de la tecnología cuenta con un 20% del total de oportunidades laborales registradas en portales y bolsas de trabajo.

Contexto VUCA

La reconversión laboral, conocida también como reskilling, ahora pasa a convertirse en una pieza fundamental del mercado de trabajo. En la publicación de la Escuela de Negocios de la Universidad de Montevideo se abordó el asunto en una columna de opinión de la especialista en recursos humanos Claudia Caballero.

“Esta nueva perspectiva de trabajo nos exige competencias claves para adaptarnos al contexto VUCA (volátil, con incertidumbre, complejo y ambiguo) como son: dinamismo, fuerte adaptación a los cambios y curiosidad por la innovación a la vez de desarrollo de nuevas habilidades técnicas específicas. Es importante identificar y ser conscientes de que, si lo que buscamos es seguir siendo competitivos y permanecer a nivel de mercado, tenemos que ajustarnos a estas reglas de juego”, detalló.

Para la especialista, quienes optan por reciclarse en lo profesional “se enfrentan a una movilización importante” porque supone “una deconstrucción de lo conocido y familiar que debemos hacer para dar lugar a nuevas habilidades y a nuevas formas de trabajar”.

“Es por esto que el acompañamiento que la persona reciba es fundamental y necesario para poder apaciguar el malestar que podría surgir y, a su vez, sacar el mayor provecho de la situación”, apunta.

Economía plateada

Los adultos próximos al retiro también tienen sus posibilidades. Y sus desafíos. Los intereses personales al final de la etapa laboral o alguna circunstancia no prevista pueden generar un desvío en la trayectoria y la necesidad de apelar a una reconversión. 

Algunas organizaciones se concentran en la población adulta. Este segmento cobró tal importancia que de un tiempo a esta parte se habla de la economía plateada, donde el objetivo está puesto en la reconversión laboral y la generación de oportunidades de generación de riqueza y consumo de hombres y mujeres de más de 50 años.

En los hechos, en este siglo XXI se asiste a un nuevo paradigma del envejecimiento con una mirada positiva y alentadora sobre las personas mayores, desafiando a los Estados a integrar dentro de sus políticas sociales acciones orientadas a brindar oportunidades a este colectivo. Como parte del auge de la economía plateada, el emprendedurismo senior se considera como una opción innovadora en respuesta a los desafíos que arriban junto con el envejecimiento poblacional, el cambio tecnológico y la nueva normalidad postpandemia del Covid 19.

En Uruguay funciona la organización Xeniors, que promueve la iniciativa emprendedora entre las personas de más de 50 años. Esta entidad obtuvo financiamiento del BID para sus proyectos y coordinó acciones con la organización Endeavor, que nuclea a emprendedores. 

A nivel global se destaca la iniciativa “Unretire Yourself”, que promueve la capacitación de adultos y adultos mayores para incorporarse a una nueva rama de actividad. Entre otras herramientas, ofrece cursos de manejo, cuidados personales, destrezas en ventas, cocina y también para desempeñarse en trabajos que requieren el uso de equipos informáticos. 

Impuesto a la automatización

Muchos países tienen políticas activas de recapacitación de hombres y mujeres. Entre esas políticas se encuentra la creación de impuestos a las empresas que automatizan sus procesos. Con los fondos recaudados se impulsan cursos y carreras nuevas para facilitar la continuidad laboral de las personas afectadas por la tecnificación. 

Obviamente, para muchos es un desafío adquirir conocimientos en IT y verse identificados con tareas que exigen manipular equipos y software complejos. Esa es la principal dificultad y desafío para este grupo etario. 

Sea como fuere, para reinventarse en lo laboral la persona necesita conocerse a sí misma para detectar sus debilidades y fortalezas, así como sus preferencias. También es necesario planificar el proceso de aprendizaje de las nuevas destrezas y conocer si su aplicación en el mundo del trabajo permitirá una óptima monetización. Además, se aconseja nunca dejar de estudiar y, finalmente, estar preparados en la medida de lo posible para hacer frente a cualquier cambio brusco en la trayectoria laboral.